7707 - El Tour del 30 Aniversario de Tuxedomoon

Como parte de la gira “7707-The Tuxedomoon 30th Anniversary Tour” que la legendaria banda de San Francisco inició en 2007 para celebrar su trigésimo aniversario, esta noche se llevará a cabo en el Lunario del Auditorio Nacional el tercer concierto en México de la agrupación donde además de interpretar clásicos como “No Tears” o “In a Manner of Speaking”, los integrantes de esta banda que cautivó la atención de Wim Wenders, tocarán material de Vapour Trails su más reciente álbum. 



'In a Manner of Speaking', de Tuxedomoon.

Como parte de la gira “7707-The Tuxedomoon 30th Anniversary Tour” que la legendaria banda de San Francisco inició en 2007 para celebrar su trigésimo aniversario, esta noche se llevará a cabo en el Lunario del Auditorio Nacional el tercer concierto en México de la agrupación donde además de interpretar clásicos como “No Tears” o “In a Manner of Speaking”, los integrantes de esta banda que cautivó la atención de Wim Wenders, tocarán material de Vapour Trails su más reciente álbum. 

Fundada en San Francisco en 1977 por Blaine L. Reininger y Steven Brown en el laboratorio de música electrónica del San Francisco City College, la banda actualmente está formada por Blaine L. Reininger, Steven Brown, Peter Principle, Bruce Geduldig y Luc van Lieshout.

Vanguardistas y románticos, en sus inicios se movieron entre sonidos más "ásperos", punk y new wave para lo que era la época; más tarde crearon un estilo tan inclasificable como imperecedero en el que se entremezclan cajas de ritmo junto a instrumentos clásicos, generando un hipnótico sonido que a pocos deja escapar.

Lo siguiente, es parte de un extracto de una tertulia con la banda llevada a cabo en las instalaciones de Independent Recordings el pasado miércoles 11 de noviembre en la que participaron, entre otras personas, Julieta Arévalo, Juan Carlos Reyna, Christian Obregón Solange García y Carlos Becerra.

El show del Lunario está programado como parte de “7707-The Tuxedomoon 30th Anniversary Tour”. ¿Qué significa para ustedes esta celebración?

Blaine: Es increíble estar en México porque soy mexicano… Quiero decir, tengo sangre mexicana. Mi abuela era de Pueblo Colorado y siento que todo esto es parte de mi cultura. Estuve tocando en México en 1993 y en 2005, con lo cual ésta es mi tercera vez, la cual representa una oportunidad de conocer un poco más del país porque nunca estuve en otro lado que no fuera la ciudad de México. Lo que puedo decir de México es que aquí todo es increíble, la comida es increíble…

Luc: Para mí es muy interesante estar en México porque hace año y medio, The Flat Earth Society, una banda con la cual estoy tocando y que, entre otros proyectos hizo el soundtrack de The Oyster Princess, estuvo de gira por acá y no pude acompañarlos, así que ésta es mi gran oportunidad de explorar México. 

Peter: Esta es mi cuarta vez en México, pero nunca he estado en otra ciudad más que en México DF. Soy un buen turista y estaré muy contento de ir a cualquier lado, y tocar música para quien sea. Estoy seguro de que el show de esta noche será muy interesante. 

¿Qué tan difícil es mantener una esencia como banda, con tres décadas de existencia?

Blaine: Aún cuando estamos separados, cuando no tocamos y sin importar qué tan viejo estés, es la misma situación. Así sea Roma, el DF, el estudio, o el lugar que sea, la sensación cuando nos vemos es la misma siempre. Somos como una familia. Y nos sucede de pronto como cuando un sobrino te roba tus zapatos favoritos y luego de 22 años, le sigues reclamando por qué lo hizo. Lo que quiero decir es que evidentemente no estamos riéndonos o pasándolo bien todo el tiempo. Somos una familia con problemas reales. Y como en toda familia, puede que haya integrantes que no te simpatizan del todo…

"No Tears" de Tuxedomoon.

Musicalmente hablando, ¿cómo se sienten 30 años después?

Blaine: 30 años más viejos… De hecho ahora son ya 32 años después, porque la historia de esta banda comenzó en 1977. Es impresionante que luego de todo este tiempo podamos continuar haciendo lo que queremos, siendo tal cual somos… pero lo más sorprendente de todo es que tenemos una audiencia y que podemos hacer dinero con esto.

Peter: Para nosotros es muy importante el hecho de seguir juntos porque desde entonces, lo que hacíamos era muy diferente de lo que la gente hacía en San Francisco en ese entonces…

Blaine: Es curioso, porque en ese entonces todos estaban haciendo proyectos interesantes y tenían algo de punks, pero nosotros nunca pertenecimos a una escena determinada y creo que en gran medida, a eso se debe que sigamos produciendo como Tuxedomoon.

Cuando uno escucha sus primeros discos como Half Mute (1980) o Desire (1981) parecen ser álbumes que superaron la barrera del tiempo. ¿Qué tan difícil es lograr este efecto, musicalmente hablando?

Blaine: A mí me gusta decir que ha sido cuestión de suerte. Hay mucha gente interesante y talentosa en el mundo, pero cuando se trata de arte las cosas siempre tienen que ver o con suerte o con karma. Esa es la razón porque los artistas tienden a ser gente supersticiosa… las cosas suceden sin razón aparente; sin razones lógicas aparentes. ¿Por qué nuestra música aún está viva? ¿Por qué nuestra música ha influido a la gente? Creo que estuvimos en el lugar correcto en el momento correcto. Hemos sido suertudos. San Francisco es una especie de pueblo pequeño que al parecer nos prestó más atención de la que realmente merecíamos.

Peter: Nacimos en San Francisco y la gente tiene una tendencia natural hacia el soul… Quizás la permanencia en el tiempo es algo relacionado con el lugar donde nacimos.


Blaine: Viendo la diferencia entre entonces y ahora, actualmente existe mucha más competencia en el negocio de la música. Es impresionante. No entiendo como cualquier banda puede tener la mínima esperanza de ser exitosa hoy en día. Es como una lotería: millones y millones de pequeñas bandas nunca llegarán a firmar un contrato, sin importar qué tan talentosos sean o qué tan interesantes sean. En 1979 no era como ahora. El negocio era muy pequeño…

Peter: Podría decir que anteriormente, la escena era mucho más original. La originalidad capta a la audiencia. En ese entonces había muchas personas que trabajaban en varios proyectos que relacionaban música y arte, por lo cual siempre tenías que esforzarte por ser mucho más original. Ahora si tienes una idea brillante la cuelgas por Internet y es casi imposible estar en el “top of mind” de la cultura aunque sea 5 minutos. En los 70 podías estar hasta un año a la cabeza… Cuando estuvimos en San Francisco no podías esperar que esos 5 minutos llegaran, tenias que trabajar para ganarlos y cuando nos escucharon la gente se preguntaba “¿De dónde vienen, quiénes son?”. Pero la verdad es que nosotros nunca trabajamos para 5 minutos de fama, y después no producir nada más. Si hacíamos algo interesante, siempre tratábamos que lo siguiente fuera mejor. No puedes trabajar para algo impresionante y luego no producir nada.

Luc: Hoy en día hay un acercamiento completamente diferente a la música. Actualmente importa que produzcas una buena canción y ser famoso. Hay algo también por ahí que tiene que ver con la tecnología. Es decir, antes la manufactura era más minuciosa. Tenias un álbum con dos caras, luego vino el CD y ahora puedes descargar la canción que te gusta y ya está. 

¿Eran conscientes de lo que pasaba musicalmente a su alrededor?

Blaine: No realmente. Estábamos haciendo música todo el día. Concientemente, no estábamos muy involucrados. Creo que nunca fuimos concientes de nuestro papel en la industria de la música porque nunca tuvimos un lugar, no tenemos un sello… 

Peter:
El mundo estaba ansioso por descubrir todo aquello que sonara a nuevo. Si lees sobre música electrónica en ese momento, verás notarás el interés excesivo por conocer todas las herramienta nuevas para hacer música. Y mientras este fenómeno crecía, nosotros seguíamos utilizando piano, guitarras, órganos, clarinetes… Esa es la razón por la que nos volvimos clásicos, mientras que la gente sólo usaba teclados. También usábamos cajas de sonido en soundtracks. Siempre nos rehusamos a decir “hagamos esto y seamos cool” Necesitábamos encontrar algo más allá…

Blaine: En ese contexto quiero ser iconoclasta. Amo mi computadora, amo la tecnología. Amo estos tiempos. Me siento frustrado de haber estado en el tiempo pasado y no poder estar en el tiempo que viene. No hay manera de comparar lo que hago con mi laptop hoy día en comparación con lo que podías hacer en los setentas usando instrumentos. Ahora todo lo puedo hacer en mi casa y es impresionante todo lo que puedes hacer ahora como creador y compositor. No hay límites para lo que puedes hacer ahora. Si no tengo inspiración puedo meterme a Internet y puedo hacer cosas que nunca hice. Y si no tengo inspiración me meto a Internet a buscar cosas de Fengshui o Yoga… Por supuesto que aún amo la guitarra que tengo pero es trendy tener una computadora. 

Peter: ¿Pero quién está haciendo música interesante con computadoras? No veo ningún tipo de arte reflejando este tipo de conocimiento. Quiero decir, Miguel Ángel era un maestro reflejando el espíritu de su época, pero aún no ha llegado quien esté captando totalmente este conocimiento…





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